La ventaja de los emos era que los superaban abismalmente en número: había menos de 20 anti-emos, punks y metaleros en su mayoría, contra más de 200 emos.
Con el país sumido en la violencia, la estampida policial amenaza con mermar aún más las capacidades de las fuerzas de seguridad, superadas en número y potencia de fuego, por las todopoderosas bandas criminales.